
La divinidad no es algo lejano e inaccesible, sino que se encuentra por doquier y también dentro del ser humano, es la divinidad interior. Sri Aurobindo designa este principio divino en el interior del hombre como ser psíquico y muestra el camino para entrar en contacto con él y hacer que su influjo pueda dejar también su impronta en la vida exterior.
En el aspecto universal o cósmico Sri Aurobindo plantea la existencia de un principio activo de la divinidad - al que denomina Supermente - que lleva en sí mismo la capacidad, el poder inherente, de cambiar el curso de la marcha de la humanidad, desde la actual situación en la ignorancia hacia un desarrollo evolutivo con una mayor presencia de la luz y de la consciencia.




